¿Por qué hablar de decrecimiento, buen vivir y vivir sabroso?

Por: Arturo Escobar** La controversia de las últimas semanas sobre el decrecimiento ilustra las enormes y complejas dificultades que involucra la transformación de un discurso o ideología tan arraigado como el crecimiento económico. Hablar en contra del crecimiento significa ir a contracorriente de todo un modelo civilizatorio que erige a la “economía” como el valor central de las sociedades, con el crecimiento como motor central, pues esta economía solo sabe crecer y acumular. El decrecimiento es un concepto, un imaginario, un movimiento, y una propuesta ética y política. En esto se parece al buen vivir y al vivir sabroso. Son propuestas radicales, pues van a las raíces del sistema que tiene a la humanidad al borde del abismo. Frente a la obsesión productivista y desarrollista de gobiernos, empresarios y políticos, estos conceptos-movimiento buscan recuperar el sentido de los límites y hacer tangible la meta de una prosperidad sin crecimiento y una abundancia frugal. No se trata ...