LAS VIVIENDAS DE 600 MILLONES DE PROVIDENCIA
W radio hizo una entrevista a un experto en construcción de viviendas de este tipo en la extensa geografía colombiana, allí él habló de unas casas que hicieron en el 2021 (durante pandemia) en la isla de San Andrés que les costaron 75 millones de pesos cada una, y si bien fueron hechas con otro material (madera plástica) el experto aseguró que por más que se eleven los costos por el tipo de material, por la distancia de San Andrés hasta Providencia y por la mano de obra, no deberían sobrepasar los 160 millones de pesos y con televisor incluido, decía sarcásticamente.
Las explicaciones dadas por Jhonatan Malagón, el ministro de Vivienda del gobierno de Duque son tan absurdas como el precio de las viviendas, una de las principales es que trasladar los materiales desde el continente hasta allá cuesta mucho, por lo que me pregunto ¿Cómo han hecho los raizales para construir sus casas a lo largo de sus vidas? de hecho uno de los principales materiales para la construcción es un tipo de madera especial usada en todo el caribe, que no se produce en Colombia y por lo tanto deben importarla de otros países de la región, pero aún así sus casas no cuestan tanto y ¿Honestamente alguien cree que una familia común de Providencia podría invertir 600 millones de pesos para construir una casa? los raizales llevan toda su historia construyendo casas bajo las mismas condiciones geográficas y de acceso a los materiales, pero al gobierno que hizo 1000 casas, lo que debió de reducir los costos de producción porqué supongo que en la industria de la construcción el concepto de por mayor también se aplica, se le sextuplicaron.
Excusas como que la reconstrucción inicio en tiempos de pandemia y que tocó llevar más de 2000 personas para mano de obra de afuera, solo demuestran la capacidad de este gobierno de inventar pretextos para robarse los recursos de aquellos que más lo necesitan y es que la supuesta reconstrucción se hizo de espaldas a los raizales, no se respetaron los acuerdos que se habían hecho con la comunidad previamente, como por ejemplo, construir las casas teniendo en cuenta los usos y costumbres de los raizales e incluir una zona de refugio anti huracanes, el cual quedaría en el baño o una habitación pero muy pocas casas cumplieron este criterio, por lo tanto no en todas se utilizó la misma cantidad de acero; de mil viviendas entregadas, solo 330 cumplen con el criterio de pilares reforzados en acero, las otras, según palabras de una amiga raizal, se las llevará el viento en la temporada de huracanes que se avecina nuevamente en noviembre, porqué aunque parezca increíble ya hay muchas casas con daños estructurales.
Tampoco se cumplió con el acuerdo de contratar la mano de obra con personal de la isla, los raizales que trabajaron el la obra no estaban contratados, llevaron 2000 mil personas de afuera que incrementaron el consto de vida en la isla, y finalmente y más importante, no se hizo consulta previa; no se respetó este mecanismo que protege los derechos fundamentales de los pueblos y comunidades negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras, no se protocolizaron los acuerdos que reflejaban las necesidades del pueblo raizal, la reconstrucción no se trataba de ir a construir casas sin sentido de comunidad, se trataba también de solucionar problemas estructurales que fueron los causantes de que el huracán IOTA los afectara de forma tan contundente y es que la ausencia de Estado en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, hizo que las familias no tuvieran ni agua potable para beber durante esta dura experiencia.
Lo peor de todo esto fue lo ocurrido con el hospital de Providencia, hace poco vi un vídeo dónde un hombre denunciaba, con soporte de imágenes, como el hospital no fue destruido en su totalidad por el huracán, sino que este había arrasado con el techo y hecho algunas grietas, decía que lo inteligente en el momento era ponerle techo de nuevo y reforzar algunos lugares en vez de demolerlo e improvisar un hospital en una carpa en una zona de fácil afectación, que fue lo que hizo el gobierno Duque. El hombre expresa que esto seguramente se hizo por interés económicos y no pensando en el bienestar de los raizales y por lo que conocemos del gobierno Duque, no dudo que sea así. Ahora a casi dos años del paso del huracán IOTA, la construcción del hospital apenas comienza y por más rápido que se trabaje para tenerlo listo, no creo que logre estarlo para la temporada de huracanes que se avecina y que según el IDEAM, promete ser tan intensa como la de hace dos años.
El gobierno Duque ha demostrado ser el peor de la historia de Colombia, no solo por su ineficiencia a la hora de ejecutar políticas, sino por su profunda corrupción, no tuvieron reparos en robarse los recursos de los programas más importantes y sensibles para el bienestar de los más vulnerables; se robaron la plata del internet para los niños en zonas rurales, del ICBF, del PAE, del OCAD Paz, de la pandemia y de la reconstrucción de Providencia, entre otros que seguramente saldrán a la luz pronto.
De todo corazón espero que todos estos hechos comprobables no se queden en denuncia sino que los responsables sean investigados y castigados, pero sobre todo que le devuelvan a Colombia todo la plata que se robaron, también espero que el presidente Petro le devuelva a los raizales y a Colombia la confianza que hemos perdido en las instituciones por culpa del mal gobierno y que este efectivamente sea el gobierno del cambio, un cambio que sabemos que es progresivo, pero que debe iniciar a andar, porqué Colombia no aguanta más.
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